Juan 13:36Le dijo Simón Pedro: Señor,¿a dónde vas?Jesús le respondió: A donde yo voy,no me puedes seguir ahora;mas me seguirás después.
Observemos en este pasaje tres magníficas lecciones.
En primer lugar, el cielo deseado. Cuántas veces, cuando las cargas de la vida parecen insoportables, o la muerte implacable se ha llevado a alguno de nuestros seres más queridos, nuestros labios se abren como Pedro para expresar el deseo de ser desatado y estar con el Señor, lo cual es mucho mejor, y decimos: « ¿Por qué no ahora?».
El cielo diferido. El énfasis del Maestro radica aquí, en la palabra «no puedes». Es, en efecto, así; y el impedimento no consiste en algún edicto arbitrario del poder divino, sino en el infinito conocimiento y sabiduría suya, la cual no puede errar. Pedro no era apto para el cielo en aquellos momentos. Había lecciones de grande importancia que tenía que recibir en el futuro.
Tenía que aprender a conocerse a sí mismo y a Cristo, y a la gracia del Padre en su corazón, transformándole en un nuevo hombre Pedro.
Cuando orgullosamente se vanaglorió que pondría su vida por Jesús, daba con ello la mejor evidencia de que no se conocía a sí mismo. Tenía que cambiar su apasionada y almáticas decisiones por la sobriedad y dirección del Espíritu Santo, desde que éste vino de un modo especial en el día de Pentecostés Pedro comenzó a ser otro. Tenía que aprender a confiar en el poder del Salvador, que vivía en su corazón. Tenía que ser ceñido por otro y llevado donde no quisiera, es decir rendir su libre albedrío al Señor; solamente entonces habría llegado el tiempo a propósito para «dejar su cuerpo».
El cielo garantizado. Pero «me seguirás después». No había ninguna duda, ya que Jesucristo lo decía y no cualquier hombre. Esta garantía no esta sostenida en lo que nosotros podemos hacer o dejemos de hacer, sino en lo que nuestro Señor efectuaría en el calvario por nosotros. Cuántas veces, en tiempos futuros de apuro y de aflicción, estas palabras del Maestro lo serían como una fortaleza a nuestro corazón. No importa, padecer o estar cansado por un momento en esta tierra, hay bienaventuranza para nosotros sus hijos, puesto que al final indudablemente sigue la promesa «me seguirás después»;
Que esto aliente nuestra esperanza y nuestra sumisión a la voluntad del Padre, mientras culmina el tiempo de nuestra partida a casa.
Juan 14:1No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
Si estas palabras nos fueran menos familiares, apreciaríamos mejor su inconmensurable significado. Una persona que es un hombre, pide a todos los hombres que le den a él la misma fe y confianza que dan a Dios. Aunque era el más manso y humilde de los hombres no rehusó hacerse igual a Dios; y esto nos lleva a la irresistible conclusión de que se conocía a sí mismo como a «Dios manifestado en carne», «el Verbo hecho carne».
Observemos ahora las magníficas lecciones prácticas que tenemos en esta imponderable frase.
1. ° La fe en Jesús es el remedio para las tribulaciones del corazón. Poco vale decir: «No se turbe vuestro corazón», si no se puede añadir: «Confía en Cristo.» Solamente cuando creemos en El, nuestros corazones pueden sentirse tranquilos y reposados; solamente cuando podemos echar la responsabilidad de nuestra vida al cuidado del Redentor, que nunca falla, el llanto puede ser cambiado en gozo inefable y glorificado.
2. ° La fe en Jesús conduce al conocimiento de Papá Dios. «Creedme que Yo soy en el Padre y el Padre en Mí.» Felipe dijo: «Muéstranos al Padre.» El le respondió: «Cree y lo verás.» El mundo dice: «Ver para creer»; Jesús dice: «Creer para ver.» El verdadero camino para conocer a Papá Dios no es argumentar acerca de El o tratar de verificar su existencia por procesos intelectuales, sino obedecer en nuestro espíritu los preceptos de Jesús; seguir las pisadas de Cristo, mantener comunión con El y entonces se iluminara nuestro intelecto natura, concluyendo que Papá Dios es Bueno.
3. ° La fe en Jesús hará a nuestras vidas el canal por el cual pueda El obrar. El que cree en Mí, las obras que yo hago, también él las hará. (Vers. 12-14). Los evangelios son incluidos en esta primera cláusula; los Hechos de los Apóstoles, los sucedo durante los 7 concilios unido de la cristiandad y las edades posteriores. Jesús es todavía el único mediador de Dios, y el hombre que se le somete en obediencia y fe, viene a ser el canal por el cual Papá Dios realiza sus obras más poderosas en el mundo. Seamos tales canales de bendición durante el corto tiempo de nuestra existencia sobre la tierra. Gracia Dios trino, trinidad en unidad, unidad en trinidad. Amen…
Lecturas bíblicas: Juan 14: 1-14, Juan 13: 31, 14-21, Isaías 65:17, Apocalipsis 1:4-18
Canción de Meditación: Directo al corazón - Danilo montero
Juan 21:3Simón Pedro les dijo: Me voy a pescar. Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada.
7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder trabajar), y se echó al mar.
Aquellos que buscan a Cristo no pueden guardarlo para sí mismos. Tienen que decirlo a sus compañeros. Con voz temblorosa y balbuceante, Juan dijo a Pedro: «El Señor es.» ¡Cuan a menudo una afirmación así, nacida de un corazón reposado y reflexivo, pero lleno de amor al Señor, ha encendido la antorcha de la acción en otro corazón más activo para ejecutar las más aventuradas y difíciles empresas misioneras, esto en el campo espiritual, el lo terrenal, seria bueno tener a unos Juanes de nuestro lado con palabra de aliento, para emprender desafíos en el hogar, la familia, en el negocio y en la empresa, diciendo«El Señor es.» el tiene el control, estamos seguros que el abrirá puertas para nosotros. Papito Dios es Bueno
« ¡El Señor es!» ¡Qué bendición poder decirlo en diversas circunstancias de la vida, y, de un modo especial, cuando estemos en las orillas de la eternidad! Allí El nos aguardará para darnos la bienvenida, después de haber hecho todos los preparativos convenientes para que estemos con El.
Los discípulos a la orilla del lago, recibieron los bienes necesarios que los consolaras tras el difícil viaje en la noche de la vida. El Señor tiene preparada las moradas en la Eternidad para nosotros, que es lo importante y en está tierra nos proveerá todo lo necesario para vivir bien, mientras viene por nosotros, sus escogidos, sus hijos, los redimidos por su sangre, en la cruz del calvario. Gracia Señor por tu palabra de fortaleza.
Canción de Meditación: Directo al corazón - Danilo montero
Juan 21:3Simón Pedro les dijo: Me voy a pescar. Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada.
7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder trabajar), y se echó al mar.
Este milagro fue también una parábola. Cuando nosotros nos dedicamos a pescar aparte de Jesús, podemos, en verdad, trabajar toda la noche sin tomar nada, pero cuando a través de las tinieblas Jesús viene y nos habla y nos dice dónde echar las redes; cuando somos verdaderos compañeros con El en el trabajo, cuando le «vemos» en nuestro propio corazón, y obedecemos sus más ligeras indicaciones, entonces nuestras redes se llenarán hasta lo indecible.
Observemos en este pasaje las siguientes lecciones:
Aquellos que son amados, aman. Era la consciencia de que Jesús le amaba lo que hizo de Juan el discípulo del amor. El amor arroja tan maravillosa luz sobre los objetos que le rodean, que éstos empiezan a brillar bajo sus rayos y a reflejarlo. Nada hará a un pedazo de carbón brillar sino echarlo dentro del fuego. ¿Quieres amar al Señor Jesús?: arrójate en los brazos de su amor.
Los que aman a Cristo le ven. No fue Pedro, el hombre pronto en acción, sino Juan, el devoto discípulo del amor, el que vio al Maestro en medio de la neblina del lago. El amor penetra todo disfraz, percibe el más ligero signo, rompe el velo del pecado, para ver al Señor. Si le amáramos más, veríamos mejor su mano, en los enojos y tribulaciones de la vida.
En esta mañana meditaremos estas dos lecciones, amamos de verdad yvemos a Jesús actuando en nuestra vida, toma unos minuto y habla con él Señor. Seguiremos en el siguiente devocional, bendiciones.
Canción de Meditación Video: Dios el más Grande, por Juan Carlos Alvarado
Hechos 18:9Y por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: No temas, sigue hablando y no calles;10porque yo estoy contigo, y nadie te atacará para hacerte daño, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad
Mientras el Señor tenía ocupado a Pablo con algún trabajo en Corinto, el furor del populacho era contenido. Los judíos se oponían y blasfemaban, pero no podían impedir la predicación del evangelio, ni la conversión de los que oían. Dios ejerce su dominio sobre las mentes más obstinadas, y sabe sacar su alabanza del furor de los hombres cuando se desenfrenan; pero manifiesta su bondad también cuando lo reprime, y tiene poder para reprimirlo. «A la grandeza de su brazo enmudezcan como una piedra, hasta que haya pasado tu pueblo, oh Señor.»
Por tanto, no temas al hombre cuando sabes que estás cumpliendo con tu deber. Sigue adelante, como lo hubiera hecho Jesús, y veréis que quienes se oponen serán semejantes a la caña rajada y la mecha que humea. Razón han tenido, a veces, los hombres para temer, porque eran miedosos; pero, una fe intrépida en Papá Dios disipa todo temor, como un gigante deshace las telas de araña que encuentra en su camino. Nadie podrá dañarnos sin permiso de Dios. Quien con una sola palabra puede espantar al diablo, ciertamente podrá reprimir a sus agentes. Tal vez en esté momento tengan más miedo de ti, que tú de ellos. Adelante, pues, que donde pensabas tener enemigos encontrarás amigos.
Isaías 53:3Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
Isaías 53:4Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
Jesucristo ante la justicia DivinaEn la cruz Jesucristo asumió la responsabilidad legal del hombre, por eso Papá Dios tuvo que descargar sobre El todo el peso de Su justicia santa e inexorable. El castigo que el hombre merecía por haber desobedecido su orden dada porpapá Dios, lo sufrió Jesucristo nuestro Señor. "Si el pecador en persona es castigado, el espíritu y la letra de la ley se llevan a efecto; si echa su iniquidad sobre un substituto voluntario, aunque se deja la letra de la ley, se conserva enteramente el espíritu de ella. Si el transgresor lleva su propia iniquidad, por supuesto no hay perdón; si el substituto la lleva, el transgresor puede ser perdonado y salir libre".
La gloria de la cruz, es la substitución, es decir, Jesús muriendo en lugar del pecador, como dice el apóstol Pablo: 2Corintios 5:21“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El”.Esta verdad la corrobora el apóstol Pedro con las siguientes palabras: "1Pe 3:18Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados,el justo por los injustos,para llevarnos a Dios,siendo a la verdad muerto en la carne,pero vivificado en espíritu; ".
"La desolación y el desconsuelo que acompañó al Señor durante toda Su pasión llegó a su colmo en la cruz. Allí está pendiente el Señor en medio de horribles tormentos. Todas las clases de la sociedad se levantan contra El. A Sus oídos sólo llegan escarnios y blasfemias. A Su vista sólo se ofrece la desgracia y ceguera de muchas almas y los dolores y sacrificios de otras. Este dolor sube de punto en el corazón de Jesús al sentirse abandonado por Dios. No hay nadie tan miserable a quien no se le quede este último consuelo de poder quejarse a Dios de sus penas en confiada oración. Pero aun de esta consolación careció el corazón de Jesús".
Cristo fue a la cruz y sufrió agonía indecible por nuestros pecados. "¿Nos debe conmover por lo que el paso en el camino y producirnos un verdadero arrepentimiento sincero?
El dolor y el sufrimiento de Cristo en la cruz no tienen paralelo en la historia de la humanidad. Todas las enfermedades, todas las tragedias y todas las guerras juntas, no han producido el sufrimiento que produjera la agonía de nuestro adorable Salvador en la cruz. ¿Por qué hacemos esta afirmación? Porque las enfermedades, las tragedias, las guerras, el secuestro y todo cuanto producen desconcierto, desolación y muerte en el mundo, son consecuencia del pecado. Como el sufrimiento y el dolor son resultados del pecado y como Cristo llevó sobre Su Cuerpo el pecado de toda la humanidad, luego se sigue que el sufrimiento colectivo de la humanidad gravitaba sobre el cuerpo herido y el alma agobiada del bendito Señor. Cristo en la cruz ante la inquebrantable justicia de Dios, sufrió el castigo de los pecados de todo el mundo, por eso fue el "VARÓN DE DOLORES".
Lecturas bíblicas: Salmo 2, Isa.61:1-3, 10,11, Lucas 24:1-12
Isaías 53:3 Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
Isaías 53:4 Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
Jesucristo ante la incomprensión de los Suyos. Hubo unos cuantos que creyeron en Cristo, sin embargo, aun esos no le comprendieron. Es triste ser despreciado por los ajenos, pero es más triste aún ser incomprendido por los cercanos, por los propios, es decir, por aquellos que en alguna forma tienen afinidad con uno. Ese fue el caso de Cristo, aun los Suyos no le comprendieron.
En cierta ocasión, mientras Jesús caminaba por última vez hacia Jerusalén donde sería crucificado, los hijos de Zebedeo con su madre se dirigieron a El diciéndole: Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Mientras Cristo iba caminando firmemente hacía el lugar donde daría Su vida para salvar a todos nosotros, estos dos discípulos iban pensando en grandezas humanas. No habían comprendido a su Maestro. En el capítulo 14 del Evangelio según San Juan, esa bellísima pieza espiritual pronunciada por nuestro Señor Jesucristo, hay tres sombras que se ciernen sobre el alma de Jesús. Mientras habla, tres discípulos le interrumpen: Tomás, Felipe y Judas no el Iscariote.
El primero no sabe cuál es el camino que Cristo habla; el segundo no sabe quién es el Padre, y el tercero interroga al Señor diciéndole: ¿y qué ha pasado que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?Tomás, Felipe y Judas, no el Iscariote no habían comprendido bien, al Señor en el Getsemaní .Cristo agoniza en oración delante de Su Padre. Su alma esta triste hasta la muerte y de acuerdo con San Lucas. "Su sudor fue como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Mientras esto acontece, los discípulos duermen, y duermen porque no habían comprendido bien a su Señor y Maestro. Judas le vende por treinta miserables monedas de plata, y Pedro, después de seguirle de lejos, le niega tres veces consecutivas, la última con juramento. La incomprensión de los discípulos llega a su colmo cuando Cristo está clavado en la cruz. Cuando está sufriendo los dolores horribles de la crucifixión, casi todos los abandonan. Solamente vemos a los pies de la cruz a cuatro mujeres y un hombre: Su madre María, la hermana de su madre, María Madalena y la esposa de Cleofás y Juan el discípulo amado. ¿Dónde están los demás discípulos? Han vuelto atrás, tal vez han vuelto a sus respectivas faenas, pues de acuerdo con ellos, la cruz sería el fin del Maestro. La incomprensión de los Suyos hizo que Cristo fuera el "VARÓN DE DOLORES".
Isaías 53:3 Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
Isaías 53:4 Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
Jesucristo ante el reproche y escarnio de los hombres.“Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
He aquí una descripción viva de los sufrimientos del Señor Jesús. Un breve análisis de estas palabras demostrará el "viacrucis" de Cristo durante Su corta vida aquí en la tierra.
“Despreciado"¿por quiénes? Por los fariseos, por los saduceos, por los romanos, por todos. "Y había también sobre El un título escrito en, griego, latín y hebreo: “este es el rey de los judíos". Dijimos que Jesucristo fue despreciado por todos, ahora bien, la verdad de esa afirmación la hallamos en el título escrito sobre Su Cruz, cuando fue crucificado. Ese título fue escrito en griego, el lenguaje de la cultura; en latín el lenguaje de la ley, y en hebreo, lenguaje de la religión.
Lo que implica que tanto Grecia como Roma e Israel le despreciaron. Jesucristo fue despreciado en vida, despreciado en la muerte y despreciado después de Su muerte y resurrección. Su nombre. Persona y obra han sido el blanco del desprecio y el escarnio a través de los siglos.
"Algunos pueden llevar bien los sufrimientos y trabajos coronados con feliz éxito y los tormentos acompañados de grande gloria y estimación. Pero a Cristo nuestro Señor le faltó este consuelo, pues en todos Sus trabajos y aprietos no hubo jamás nada que significara, gloria y esplendor, antes por el contrario, fueron siempre Su recompensa la ingratitud y los desprecios e injurias.
Desechado por los hombres"En estas cuatro palabrasdescribe el profeta la actitud del hombre hacia el Redentor. Desechado por los judíos, por los ricos, por los pobres, por los entendidos; desechado, en fin, por la masa humana de todo rango y condición.) Jerónimo dice que está expresión significa “Él último de los hombres”.
"El pensamiento probablemente es que Cristo fue no solamente desechado sino que la gente cesó de tratarlo como hombre, un ser humano, como a uno que no tenia sentimientos, y por lo tanto no merecía simpatía, y compañerismo.
"Experimentado en quebrando".Esto no se refiere a padecimientos físicos, pues de acuerdo con las Escrituras, el Señor nunca tuvo enfermedades físicas.
Lo que significa es que experimentó los quebrantos ajenos. ''Vivió en medio de escenas de tristeza y se relacionó íntimamente con todas las formas del dolor, humano".
"Cómo que escondimos de Él, el rostro”.La versión católica (Romana) de Torres Amat traduce esta frase así: "Y su rostro como cubierto de vergüenza y afrentad".
El Mesías indujo a otros a cubrir sus rostros. Sus sufrimientos fueron tan terrible, que la gente no quería ni aun mirar en Su rostro". Jesucristo en Su estado de humillación se parecía tan poco al personaje que los judíos esperaban.
"Menospreciado no le estimamos". Le estimaron como nadie, como nada; no le dieron importancia de ninguna clase. El mismo Señor Jesucristo dijo proféticamente: "Di mi cuerpo a los heridores y mis mejillas a los que me besaban el cabello; no escondí mi rostro de las injurias y esputos".
Lo que en Isaías es profecía en los Evangelios es historia, de ahí que en las cuatro narraciones históricas sobre la vida de Cristo, le vemos perseguido, acusado y despreciado; le vemos ante el reproche inclemente y el escarnio insolente de los hombres, por eso El fue el "VARÓN DE DOLORES".
Lecturas bíblicas: en la mañana y la noche Isaías 53
Canción de Adoración: Amor sin condición
Isaías 53:3Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
Isaías 53:4Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
Amados lectores para esté días, de la semana mayor, donde reflexionamos con la muerte y resurrección de nuestro amado Salvador el Señor Jesucristo, les sugiero reproducir estos devocionales y que bueno sería esté tema, La expresión Varón de Dolores.
El texto sugerido lo encontramos en el profeta Isaías quien exalta el titulo menos aclamado por la raza humana “Varón de Dolores”el profeta inspirado por el Espíritu Santo le aplica al Señor Jesucristo este título de “Varón de Dolores”,encerrando toda la obra redentora con sus sufrimiento, las amarguras, y todas las humillaciones que el Mesías sufriría por rescatarnos de la condenación eterna.
¡Quien en está tierra a anhelado el título de “Varón de Dolores”! en la tierra los hombres anhelan ser llamado presidentes, ingenieros, médicos, reyes, príncipes, gobernadores, senadores, alcaldes, diputados, concejales, nobel de paz y tantos otros títulos descriptivos de eminencia y poder, pero ninguno jamásse llamo ¡“Varón de Dolores”!.
Nuestro amado Salvador el Señor Jesucristo tenía muchos títulos y era absolutamente merecedor de ellos pero entre todo sobresale el de “Varón de Dolores”,porque con este se identifico con la humanidad doliente y le distingue adecuadamente con el cordero que fue al matadero (madero, cruz) a sufrir en lugar del hombre caído.
¿Qué significado tiene este título misterioso? La respuesta la tenemos en la sagrada escritura. Estudiando la vida de mi Señor en los profetas, en especial en el profeta Isaías y narrada en los cuatro evangelios, descubrimos las siguientes cosas que explica el título de “Varón de Dolores”:
1-Jesucristo ante el dolor de la humanidad
2-Jesucristo ante el reproche y el escarnio de los hombre
3-Jesucristo ante la incomprensión de los suyos
4-Jesucristo ante la Justicia Divina.
Jesucristo ante el dolor de la humanidad. El dolor y el sufrimiento son hechos inconcusos de la experiencia humana. El dolor es físico y el sufrimiento psíquico; el primero abate al cuerpo y el segundo estruja el alma. El dolor y el sufrimiento son hechos abstractos e intangibles por estar fuera del alcance de nuestra percepción sensorial, sin embargo son reales y tangibles porque se sienten y manifiestan.
¿Quién no ha visto la manifestación de estas cosas en el enfermo que padece agonía indecible, en la madre que sufre indescriptiblemente la muerte de su hijo o por un secuestro, en el hijo qué siente la muerte de su madre, por un atentado terrorista, en fin, en la acción deprimente ydevastadora de éstos hechos reales de la experiencia?
Todos más o menos hemos sufrido y hemos padecido, desde que el pecado entró en el mundo, el dolor, el sufrimiento y la muerte se han enseñoreado del hombre. "En está tierra", ha dicho alguien, "es un valle de lágrimas". ¿Las manifestaciones de las lágrimas de que son? Generalmente de pesar y abatimiento. Mientras estemos en la tierra, mientras recorramos por está tierra sin el apoyo del Señor, tendremos irremisiblemente que afrontar los furiosos embates del dolor, pero si estamos con el Señor él nos ayudara a pasar por el valle del dolor y nos fortalecerá.
En los momentos de infortunio se necesita, más que palabras huecas y frases rebuscadas, simpatía; esa simpatía que se desborda en hechos sinceros de amor y de piedad.
El Señor Jesucristo, el dulce Maestro de Israel y de esté mundo agonizando, el vino del Cielo a la tierra “no para ser servido sino para servir”: vino para desbordarse en amor, para derramar la miel de Su alma en simpatía hacia todos los necesitados del cuerpo y del espíritu; vino para inspirar con Su ejemplo y para darnos el regalo de la vida Eterna con Su muerte y resurrección.
El Evangelista Mateo dice lo siguiente acerca del Señor; Mat 9:35Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
En estas palabras tenemos el triple ministerio del Señor Jesús, ministerio que abarca la mente, el corazón y el cuerpo, es decir, lo espiritual y lo material. A través de este triple ministerio, el Señor Jesucristo manifestó Su simpatía por los enfermos del cuerpo, por los sufridos del alma y por los que estaban esclavizados en las garras del pecado; a los primeros los sanó, a los segundos los consoló y los salvó de la maldad y la bajeza moral in inherentes al corazón humano.
La simpatía de Jesucristo no fue la mera expresión verbal de un sentimiento, no fue el derramamiento de lágrimas producido por un exagerado histerismo, no fue el clamor inconsolable del que sufre la pérdida de un ser querido,
¿Quién tal oyó jamás del antiguo Júpiter o de los dioses de la India o de la China el estar al cuidado del enfermo?O más allá ¿Quien tal oyó que uno de los dioses de las culturas griegas, asiática, Africana, hindú, o de aquellas cultura de Oriente y del nuevo continente Americano, haber entregado su vida, al rescate de la humanidad? Tal es el lenguaje del Dios de Amor;
La simpatía de Cristo fue compasión sincera,compenetración profunda e identificaciónreal; con pasión sincera del sufrido, compenetración profunda del dolor ajeno e identificación real con el hombre en sus múltiples necesidades, pues "El llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores". Por está singular sin Patía manifestada ante el dolor de la humanidad, Jesucristo se llamó "VARÓN DE DOLORES".
Abril 30
