Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida
JUNIO 19
Y tú dijiste
Lectura bíblica: Génesis 32; 1-13. 33: 1-12.
Canción de meditación: Tu palabra
Gen 32:9 Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, oh SEÑOR, que me dijiste: "Vuelve a tu tierra y a tus familiares, y yo te haré prosperar",
12 Y tú dijiste: "De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por su gran cantidad."
Gen 32:12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, (RV)
JUNIO 19
Y tú dijiste
Lectura bíblica: Génesis 32; 1-13. 33: 1-12.
Canción de meditación: Tu palabra
Gen 32:9 Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, oh SEÑOR, que me dijiste: "Vuelve a tu tierra y a tus familiares, y yo te haré prosperar",
12 Y tú dijiste: "De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por su gran cantidad."
Gen 32:12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, (RV)
En esta grande emergencia de Jacob, tenía el recurso de la oración. Este es el primer ejemplo de oración registrado en la Biblia. Es corta, ardiente y está directamente sobre la situación. La petición se hace a Dios como invocando un pacto con relación a su familia, así como nosotros debemos poner en Cristo nuestras esperanzas de aceptación con Dios. Invoca la promesa especial hecha a él mismo, de un feliz regreso; y después de una confesión humilde y emocionante de indignidad, respira un deseo ardiente de una liberación del peligro inminente. Fue la oración de un esposo bondadoso, de un padre cariñoso, de un firme creyente en las promesas.
Esta es la manera cierta de glorificar al Señor por la oración. Podemos recordarle humildemente lo que El ha dicho. Nuestro Dios es fiel y jamás faltará a su palabra, ni la dejará sin cumplimiento; sin embargo, le place que su pueblo, sus hijos busque y le recuerde sus promesas; la búsqueda y el recuerde de las promesas le refresca la memoria, fortalece la fe y renueva la esperanza. Papá Dios ha empeñado su palabra, no en provecho suyo, sino en el nuestro. Sus designios son definitivos, y nadie puede obligarle a que haga bien a su pueblo; pero, nos ha hecho la promesa para alentarnos y consolarnos. Su deseo, por tanto, es que se la recordemos y digamos: «Tú has dicho, dijiste.»
« De cierto te haré prosperar, Y tú has dicho: Yo te haré bien », tal es la esencia misma de las palabras del Señor. Toda la importancia está en el término « De cierto ». El nos hará un bien verdadero, nos prosperara, real, duradero, y nada más que bien. Nos hará integro, y esto es hacernos bien en el más alto significado de la palabra. Nos tratará como trata a sus elegidos mientras vivamos en la tierra, y esto es un bien por excelencia. Pronto nos llevará con Jesús y con todos sus escogidos; y esto es el bien y prosperidad suprema. Con tal promesa, no temamos la cólera de Esaú, ni la de nadie. Si el Señor nos hace bien, ¿quién podrá causarnos daño?
Lo mejor que podemos decir a Dios en oración es lo que Él nos ha dicho. Así, Jacob hizo del nombre del Señor su torre fuerte y no pudo sino estar a salvo con el Señor. El temor de Jacob no le hizo hundirse en la desesperación, ni su oración de callo, el se fortaleció en la promesa de Papá Dios.
Que hoy nuestra oración se fortalezca en la promesas de nuestro Padre.
Lecturas bíblicas: Génesis 32; 1-13. 33: 1-12.
Para su comodidad le dejo el link: un click.
http://www.biblegateway.com/passage/?search=Genesis%2032:1-13;%20%2033:1-13;&version=59;
El link con un clic del video, Marcos Witt - Dios ha sido bueno
http://www.youtube.com/watch?v=x3d5g9KzfwI
Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Bogotá D.C.
Esta es la manera cierta de glorificar al Señor por la oración. Podemos recordarle humildemente lo que El ha dicho. Nuestro Dios es fiel y jamás faltará a su palabra, ni la dejará sin cumplimiento; sin embargo, le place que su pueblo, sus hijos busque y le recuerde sus promesas; la búsqueda y el recuerde de las promesas le refresca la memoria, fortalece la fe y renueva la esperanza. Papá Dios ha empeñado su palabra, no en provecho suyo, sino en el nuestro. Sus designios son definitivos, y nadie puede obligarle a que haga bien a su pueblo; pero, nos ha hecho la promesa para alentarnos y consolarnos. Su deseo, por tanto, es que se la recordemos y digamos: «Tú has dicho, dijiste.»
« De cierto te haré prosperar, Y tú has dicho: Yo te haré bien », tal es la esencia misma de las palabras del Señor. Toda la importancia está en el término « De cierto ». El nos hará un bien verdadero, nos prosperara, real, duradero, y nada más que bien. Nos hará integro, y esto es hacernos bien en el más alto significado de la palabra. Nos tratará como trata a sus elegidos mientras vivamos en la tierra, y esto es un bien por excelencia. Pronto nos llevará con Jesús y con todos sus escogidos; y esto es el bien y prosperidad suprema. Con tal promesa, no temamos la cólera de Esaú, ni la de nadie. Si el Señor nos hace bien, ¿quién podrá causarnos daño?
Lo mejor que podemos decir a Dios en oración es lo que Él nos ha dicho. Así, Jacob hizo del nombre del Señor su torre fuerte y no pudo sino estar a salvo con el Señor. El temor de Jacob no le hizo hundirse en la desesperación, ni su oración de callo, el se fortaleció en la promesa de Papá Dios.
Que hoy nuestra oración se fortalezca en la promesas de nuestro Padre.
Lecturas bíblicas: Génesis 32; 1-13. 33: 1-12.
Para su comodidad le dejo el link: un click.
http://www.biblegateway.com/passage/?search=Genesis%2032:1-13;%20%2033:1-13;&version=59;
El link con un clic del video, Marcos Witt - Dios ha sido bueno
http://www.youtube.com/watch?v=x3d5g9KzfwI
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Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Bogotá D.C.
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