Sembradores de Fe y Vida

jueves, 23 de octubre de 2008

LA OLIMPIADA CELESTIAL, Octubre 23


Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida

 

Octubre 23

LA OLIMPIADA CELESTIAL

Lectura bíblica: Hebreos 12: 1-15

 

Hebreos 12:1  Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,


Hay pesos que no son pecados en sí mismos, pero que se convierten en obstáculos y en piedras de tropiezo en el progreso de nuestra vida cristiana. Uno de los peores es el desaliento. El corazón melancólico es verdaderamente un peso que, con toda seguridad, nos arrastrará y desviará de nuestro propósito del Reino y utilidad.

 

El fracaso de Israel para entrar en la Tierra Prometida, comenzó a murmurar, como literalmente dice el texto en Números: «Como murmuraron...» Floreció un pequeño deseo de quejarse y estar descontentos, y continuó hasta que maduró en rebelión y ruina. No nos permitamos jamás el dudar de Papá Dios, de su amor y fidelidad para con nosotros en todo y para siempre. Podemos oponer nuestra voluntad contra toda clase de dudas, como lo hacemos contra otro cualquier pecado; y al permanecer firme y rehusar a dudar, el Espíritu Santo vendrá en nuestra ayuda, nos dará la fe de Señor y nos coronará con gloria.

 

Es muy fácil caer en el hábito de dudar, de impacientarse y de preguntar si Papá Dios nos ha desamparado y si después de toda nuestra esperanza no van a terminar en un fracaso. Rehusemos el ser desagradecido. Regocijémonos por medio de la fe; tengamos ánimo, considerando el gozo como una necesidad inevitable, y con toda seguridad hallaremos que Papá Dios hará que nuestra aparente ilusión se convierta en una realidad.

 

El diablo tiene dos trampas maestras: una consiste en desalentarnos; entonces, durante un cierto tiempo, por lo menos, somos inútiles para los demás y quedamos como derrotados. La otra consiste en hacernos dudar, y romper de esta manera la fe con que estamos unidos con el Padre. Ten cuidado. No te dejes engañar de ninguna manera.

 

¡Alegría! Me gusta cultivar el espíritu de alegría. Ella afina el alma y la mantiene en tal armonía con el Señor, que Satanás no se atreve a tocarla. Las cuerdas del alma se calientan demasiado o se llenan demasiado de electricidad celestial para que pueda tocarlas con sus dedos infernales, y se marcha a alguna otra parte. Satanás siempre teme el entremeterse conmigo cuando mi corazón está lleno de gozo y alegría del Espíritu Santo.

Mi propósito es esquivar el espíritu de tristeza y a Satanás. Pero, desgraciadamente, no siempre tengo éxito.

Realmente, la tristeza lo deshace todo; despoja a todos los objetos de su encanto, envuelve las perspectivas del futuro en tinieblas, priva al alma de todas sus aspiraciones, encadena todos sus poderes y produce una parálisis mental.

 

Un creyente anciano advirtió que el gozo, en el Cristianismo, hace hallar satisfacción en todos sus servicios, y que nunca avanzamos tan rápidamente en el camino del deber, como cuando somos llevados en alas del regocijo. Añadió que la melancolía recorta tales alas; o, usando otra figura, saca las ruedas de nuestra carroza, haciéndolas arrastrarse tan pesadamente como las de los egipcios, que se hundieron en el Mar Rojo.

De «Manantiales en el Desierto

 

Lecturas bíblicas: Hebreos 12: 1-15

Para su comodidad le dejo el link: un click.

http://www.biblegateway.com/passage/?search=Hebreos%2012:%201-15;&version=59;

 

Bendiciones en este día

Gracia y Vida

Rev. Nelson Castellanos T.

Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.

Colombia - Bogotá D.C.

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