Sembradores de Fe y Vida

miércoles, 5 de noviembre de 2008

FORTALEZA EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS, Noviembre 5


Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida


Noviembre 5

FORTALEZA EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS

Lectura bíblica: Salmo 68: 1-18, 28-35

 

Salmo 68: 28 «El Señor ha enviado fortaleza para ti.»

 

El Señor nos comunica aquella fuerza primaria de carácter, la cual hace que todo en la vida actúe con intensidad y precisión. «Somos fortalecidos con poder, por medio de su Espíritu en el hombre interior.» Y la fortaleza es continua; a nosotros vienen reservas de poder las cuales no podemos agotar.

«Como tus días, así será tu fortaleza», fuerza de voluntad, fuerza de afecto, fuerza de juicio, fuerza de ideales y ejecución.

«El Señor es mi fortaleza» para caminar. El nos da poder para marchar por terreno llano, para ir por aquellos senderos de la vida en los cuales no hallamos ninguna sorpresa agradable, y deprimen los espíritus con su trabajo vil y rutinario.

El Señor me da fortaleza para ascender. El es para mí el poder mediante el cual puedo trepar, como «El Peregrino», la «montaña Dificultad» sin temor alguno, y aun conquistar con su ayuda los puestos elevados de honor y de responsabilidad.

El Señor es mi fortaleza para descender. Cuando tenemos que abandonar las montañas cómodas y agradables donde habíamos estado por largo tiempo, rodeados de aire y de sol, es decir los cargos honrosos, o las situaciones desahogadas, y empezamos a descender a una atmósfera más cerrada y calurosa, a situaciones más difíciles y humillantes, donde el corazón está presto a desmayar.

El otro día oí decir a un hombre refiriéndose al aumento de su debilidad física: « ¡Lo que a mí me cansa es el descender!» Esto es exactamente lo que ocurre en el terreno moral, y para ello se necesita especial fortaleza del Señor.

«El Señor es mi fortaleza» para que permanezca sentado sin moverme. ¡Cuán difícil es lograr esto! En momentos cuando estamos obligados a permanecer quietos, cuántas veces nos decimos: « ¡Si por lo menos pudiese hacer algo!» ¡.Qué dura es la prueba para una madre, cuando su hijo está enfermo y ella ha de permanecer a su lado sin poder hacer nada! El no hacer otra cosa sino sentarse quietamente y esperar, requiere una fortaleza tremenda. Pero el Señor es también nuestra fortaleza para esto. Ciertamente, «nuestra suficiencia es de Dios».                                    De «Manantiales en el Desierto».

Lecturas bíblicas: Salmo 68: 1-18, 28-35

Para su comodidad le dejo el link: un click.

http://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmo%2068:%201-18,%2028-35;&version=59;

 

Bendiciones en este día

Gracia y Vida

Rev. Nelson Castellanos T.

Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.

Colombia - Bogotá D.C.

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