Sembradores de Fe y Vida

jueves, 25 de diciembre de 2008

LA MUERTE CON GOZO, Diciembre 26


Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida

 

Diciembre 26

LA MUERTE CON GOZO

Lectura bíblica: Lucas  2

 

Hechos, 7: 59. «Y apedrearon a Esteban invocando él y diciendo, Señor Jesús, recibe mi espíritu.»

 

Es curioso que a la gozosa fiesta de Navidad venga asociado en las costumbres tradicionales de nuestro pueblo, el trágico recuerdo del primer mártir de la fe: Esteban.

Pero no es inoportuno. Si Cristo fue el Mesías prometido que vino a traer a los hombres el «gran gozo», la felicidad suprema de abrirles las puertas de los Cielos, ello ha de demostrarse en la prueba suprema de la vida.

 

 Es fácil creer en Cristo, y aun sentirse gozoso, cuando todo marcha bien. Pero aquí tenemos a un hombre que en lo más duro de su discurso a encarnizados enemigos su rostro brilla de gozo, como el rostro de un ángel, y en el momento trágico cuando las pesadas piedras arrojadas con furia van cayendo sobre su dolorido cuerpo, ve al Hijo de Dios y pide perdón por sus enemigos.

 

En este caso Esteban pudo declararlo; en otros no ha quedado consignado, pero sí demostrado por la actitud con que han entrado por los umbrales de la muerte muchos de los fieles del Señor. El consuelo de una visión celestial ha sido dado a muchos moribundos y a algunos mártires. La presencia del Señor, la seguridad del triunfo, de que la lucha, trabajo y padecimiento de la vida no han sido en vano ¿no ha de ser motivo del mayor gozo en este instante supremo al que todos tenemos que llegar?

 

Una muerte como la de Esteban, sólo es posible como fruto de una vida consagrada al Señor como la suya. Si queremos morir «de la muerte de los justos», debemos de vivir la vida de los justos. Notemos, finalmente, que nunca sabremos desde este lado de la vida el bien que resultará de nuestros actos. Esteban no podía sospechar que con su muerte prematura estaba haciendo más para el adelanto del Evangelio y para convencer a sus propios conciudadanos de que Jesús era el Mesías, que con reiteradas alocuciones como la pronunciada con tanta vehemencia ante el Sanhedrín. No sabía que la más brillante inteligencia de aquella asamblea de enemigo? iba a seguir el hilo del discurso donde él lo dejó sin terminar.

 

«Vuestro trabajo en el Señor no es en vano.» Ni tampoco nuestro dolor. Muy pronto estaremos en aquel lugar donde veremos las cosas de un modo completo y proseguiremos viendo los resultados de nuestro testimonio sobre la tierra. Tales sorpresas serán los más dulces frutos que cosecharemos en el Cielo. Sembremos mucho aquí para que podadnos cosechar más allá.

 

Lecturas bíblicas: Lucas  2       

Para su comodidad le dejo el link: un click.

http://www.biblegateway.com/passage/?search=Lucas%20%202;&version=59;

 

Bendiciones en este día

Gracia y Vida

Rev. Nelson Castellanos T.

Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.

Colombia - Bogotá D.C.

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