Ministerio Internacional Sembradores de Fe y Vida
CITI Barranquilla
Febrero 7¡Modelo de Obediencia!
Lectura bíblica: en la mañana Salmo 79, Proverbios 26:17,
Por la noche: 1Ped 1:1-12
«Hebreo 5:7 Cristo, en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente; 8 y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció; ».
Se nos dice que el autor de nuestra salvación se hizo consumado por las aflicciones por Amor a nosotros; de modo que nosotros, que somos pecadores redimidos, que estamos lejos de ser perfectos en la carne, no debemos admirarnos si somos llamados a padecer. ¿Ha de ser la cabeza coronada con espinas mientras los otros miembros se mecen en el delicado regazo de la comodidad? ¿Tiene Cristo que cruzar los mares de su propia sangre para ganar la corona, mientras nosotros marchamos al cielo sin experimentar el sufrimiento? No, la experiencia de nuestro Maestro nos enseña, que el sufrimiento es necesario, y el genuino hijo de Dios no debe eludirlo ni desear eludirlo, aunque pueda, es un beneficio para nosotros el quebrantar nuestro ego y la prepotencia de nuestro corazón, todo para llegar a tener el carácter de nuestro Señor, muchos de nosotros no hemos sido obediente al quebrantamiento y no nos gusta pero es necesario para la madures como hijos.
Hay un pensamiento muy confortable en el hecho de que Cristo fue «consumado por aflicciones»: y es que El puede simpatizar con nosotros. «No tenemos un pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas».
Uno de los primeros mártires dijo: «Puedo soportar todo porque Jesús sufrió, y ahora sufre en mí. El simpatiza conmigo, y esto me fortalece».
Y otro martín, el Obispo de Esmirna Policarpo año 155, antes de ser quemado vivo en la hoguera por causa de la fe en nuestro Señor Jesucristo, al no aceptar a Cesar como su Señor, sabiendo que sufriría dijo: « Durante ochenta y seis años he sido su siervo y no me ha hecho mal alguno. ¿Cómo puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado? ». (1)
¡Eres Cristiano(a) Verdadero(a)!, echa mano de este pensamiento en todos los tiempos de agonía y en la prueba de tu fe. Que el recuerdo del sufrimiento de nuestro Salvador Jesús y su victoria al resucitar de entre los muertos, te fortalezca mientras marchas en sus pasos; halla en su Gracia y Amor apoyo y recuerda que es honroso sufrir; sufrir por Cristo es gloria. Los apóstoles se gozaron que fueron tenidos por dignos de padecer. El Señor nos honra cuando nos da de su gracia para sufrir por Cristo, para testimonio de muchos y el fortalecimiento de nuestro carácter.
Las insignias de los reyes a quienes Papá Dios ha ungido son sus aflicciones, sus tristezas, sus penas y alegrías. No desechamos, pues, ser honrados. No nos privemos de ser exaltados. Las penas nos exaltan, las aflicciones nos elevan. «Si sufrimos, también reinaremos con El». 2Timote 2:12
Hoy nuestro sufrimiento como cristianos latinoamericanos no es el crucificarse como lo hizo nuestro Salvador o lo que sufrieron en el circo romano, donde sacrificaron a muchos hermanos cristianos y en nuestro tiempo, las penitencias en los cuerpo (flagelaciones) impuesto por hombres, supuestamente para recibir perdón o bendiciones, el perdón y las bendiciones son por Gracia, es mas bien la penitencia el crucificar nuestro Orgullo, la altivez, la insensibilidad por el prójimo, el egoísmo, la envidia.
El Señor menguo por amor, al morir para que nosotros fuésemos salvos, mengüemos para que otros crezcan y vean el Amor de Jesús en nosotros. Mengüemos, mengüemos, a ser justicieros, respondones, agresivos, etc…
Amen y Amen…
(1) Los Padres Apostólicos. J.B. Lightfoot. Editorial Clie.
Lecturas bíblicas: Salmo 79, Proverbios 26:17, 1Ped 1:1-12
Para su comodidad le dejo el link: un click.
Bendiciones en este día
Rev. Nelson Castellanos.
Centro Internacional De Transformación Integral.
Colombia - Barranquilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario