Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida
Septiembre
18
¡Me niego a seguir dudando!
Lectura
bíblica: Hebreos 11
« Juan 14:13 Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. 14 Si me pedís algo en
mi nombre, yo lo haré. »
Muy linda es esta promesa como todas dadas por nuestro Señor, pero
surge una inquietud, por que no todos reciben la respuesta de sus peticiones, a
caso será que el Señor no puede darnos lo que pedimos, o es que nuestra fe esta
retrasando nuestras peticiones. Bueno la clave esta, en que nombre pedimos y
con que seguridad esperamos el recibir la respuesta.
Amados hermano Si nuestra fe vacila, eso nos llevaría a impedir, frena y
retrasara las bendiciones de Papá Dios. Él Señor esta ansioso de responder oración hecha
por alguien que no duda.
De hecho por su gracia muchas veces recibimos bendiciones aun cuando somos
infieles y dudamos, pero en ocasión el Señor permite que las leyes de la fe,
establecida para recibir bendición se hagan eficientes, para que no lleguen las
respuestas.
La norma de la fe dice, “que sin fe es imposible agradar a Dios”; Y es que el hecho
de no agradar a Dios por nuestras dudas, lleva a frenar nuestras peticiones.
Él Señor permite que nuestras peticiones no lleguen a tiempo para que
reconozcamos que no estamos creyendo en Él, sino en nuestras habilidades o en
otras personas, todo lo hace por amor a nosotros, para que descubramos que no
hay que dudar de Él, por que él tiene cuidado de nosotros. Los creyentes que han decidido tener una fe
firme, pueden esperar confiada mente que el Señor les conceda su petición o
incluso algo mejor.
Para afianzar la fe se requieren dos acciones:
1) Creer que el Señor es fiel. Los sentimientos de inseguridad están
atados a nuestras circunstancias temporales, pero ustedes lectores medirán que
las circunstancias son reales, de echo lo es así, pero quiero decirle algo,
nuca la realidad natural será mayor que la realidad del reino de los cielos, de
don de viene nuestro auxilio. Lo que tenemos que hacer es llevar sujeta nuestra
mente, emociones y corazón al gobierno de nuestro Señor.
“Me niego a seguir dudando de
Papá Dios”, debe ser el grito de batalla de los creyentes que enfrentan
sufrimientos y dificultades. Cuando el engañador nos susurra
con duda, incredulidad, desánimo, es el mejor momento para declarar con firmeza nuestra fe y decirle a las dificultades lo
grande y poderoso que es nuestro Padre Celestial, para hacer lo que prometió y
mas de lo que pedimos. Satanás con sus circunstancias adversas, no puede
argumentar contra una fe firme en el Señor.
2) Leer la Palabra
de Papá Dios y creer en Sus promesas. Cuando meditamos en la seguridad que nos da
el Señor, nuestra vida es empapada de ella. A medida que nuestra mente y
nuestro espíritu se llenan con los pensamientos del Padre celestial, comenzamos
a pensar como Él piensa.
La fe será como muralla de seguridad, tomara lo que nos pertenece y lo
atesorara, siempre y cuando nos alimentemos con las Escrituras, en el devocional diario, un sermón, un
estudio bíblico personal o Alabanzas (cánticos a Dios) esto serian las vitamina
de nuestra fe.
Como hijos de Papá Dios debemos dedicar tiempo para meditar en pasaje
bíblicos, que son promesas para nosotros. Cuando enfrentemos situaciones
difíciles y si nuestra fe comienza a vacilar, recordaremos las promesas de Papá
Dios y permaneceremos firmes en nuestra decisión de confiar en Él y veremos las
puertas abiertas.
Los hijos del Señor
que afianzan su fe y son diligentes con sus talentos en ponerlo en práctica, al
orar específicamente de acuerdo a las promesas de su Padre, descubrirán las
salidas de sus problemas y no abra nada imposible para ellos, todo será
fructífero.
Desde nuestra
intimidad con El, podemos vivir confiados de su gracia y misericordia, que
actuará siempre a favor de nosotros sus hijos.
Lecturas bíblicas: Hebreos 11
Para su comodidad le dejo el link: un click.
Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Barranquilla.
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