Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida
Septiembre
1
¡Y vendrán sobre ti!
Lecturas
bíblicas: Deuteronomio. 28: 1-15. Mateo 10: 11-28.
Deuteronomio 28:2 Y vendrán sobre ti todas estas
bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito
serás tú en la ciudad. Y bendito serás en el campo.
Las promesas dadas a Israel es que serían dominantes sobre todos los pueblos si
sus miembros son fieles a los mandatos de Jehová. La prosperidad será
general: en las ciudades y en los campos, los rebaños se multiplicarán y, sobre
todo, la descendencia del pueblo será numerosa. La fertilidad del campo y la
fecundidad de los ganados se deben a la bendición de Yahvé y no a la de los
baales cananeos. Yahvé dará también la victoria sobre el enemigo. Esta promesa es neta a Israel,
pero hoy en el nuevo pacto, por el Señor Jesucristo, somos herederos de tal
promesa, solo por Gracia.
La ciudad está llena de
preocupaciones y quien debe vivir en ella cada día sabe que es un lugar donde
se tropieza con grandes fatigas. Toda ella es ruido, movimiento, agitación
incesante y trabajo penoso. Muchas son sus tentaciones, pérdidas y molestias
de todo género. Mas si entramos en ella con la bendición divina, todas estas
dificultades perderán su carácter agresivo. Y si allí permanecemos con esta
bendición, hallaremos gozo en el cumplí miento de nuestros deberes y fuerza
proporcionada con sus exigencias.
La bendición en la ciudad tal vez
nos haga o no nos haga grandes, pero lo más importante es, creer sin basilar y
sin titubeo, que el Señor, nos librará del mal; tal vez nos enriquezca o solo
vivamos modestamente en la ciudad, pero la cláusula de la bendición material es
sí nos esforzamos en estar pegado a él escuchando su Voz, guardándonos para él,
fieles a sus ordenanzas. Ora seamos porteros o escribientes; ora directores,
hombres de negocios, magistrados, la ciudad nos proporcionará oportunidades
para ser útiles.
Fácil cosa es pescar donde abunda
la pesca, y se puede trabajar con éxito para el Señor en medio de las multitudes.
Tal vez prefiramos la apacible quietud de una vida campestre; mas si somos
llamados a vivir en la ciudad, ciertamente podemos preferirla, ya que allí
encontraremos un campo más propicio para desarrollar nuestras actividades.
Esperemos grandes cosas de esta
promesa; y tengamos muy abiertos nuestros oídos para escuchar la voz del
Señor.
Lecturas bíblicas: Deuteronomio. 28: 1-15. Mateo 10: 11-28.
Para su comodidad le dejo el link: un
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Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe
y Vida.
Colombia - Barranquilla.
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