Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida
Octubre 26
LOS TODOS Y SU PROMESA
Lecturas bíblicas: Filipenses 4
Canción de Adoración: Paz
en la tormenta
Filipenses 4:8-9 Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo
lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece
elogio, en esto meditad. 9 Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y
visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.
Debemos unir la acción de gracias con las
oraciones y las súplicas; no sólo buscar provisiones de lo bueno, sino
reconocer las misericordias que recibimos. Dios no necesita que le digamos
nuestras necesidades o deseos, porque ya los conoce mejor que nosotros, pero quiere
que le demostremos que valoramos su misericordia y sentimos que dependemos de
Él.
La paz con Dios, esa sensación consoladora de
estar reconciliados con Dios, y de tener parte de su favor, y la esperanza de
la bendición celestial, son un bien mucho más grande de lo que puede expresarse
con plenitud. Esta paz mantendrá nuestros corazones y mentes en Jesucristo; nos
impedirá pecar cuando estemos sometidos a tribulaciones y de hundirnos debajo
de ellas; nos mantendrá calmados y con una satisfacción interior.
Cosa excelente es poder imitar a una persona
con provecho, como, por ejemplo, al apóstol Pablo. ¡Ojalá pudiéramos imitarlo
hoy y todos los días de nuestra vida!
Si con la ayuda de Dios ponemos en práctica
las enseñanzas de Pablo, podemos reclamar el cumplimiento de la promesa que se
nos hace en su exhortación. ¡Y qué promesa! Dios, que ama la paz, que es el
autor de la paz y que inspira paz, estará con nosotros. «Paz a vosotros», he
ahí una magnífica bendición. Pero mucha más rica bendición es saber que con
nosotros está el Dios de paz. De este modo, tenemos el manantial con todos sus
riachuelos, el sol con todos sus rayos. Si el Dios de paz está con nosotros, gozaremos
de esta paz, que sobrepuja todo entendimiento, aunque las circunstancias exteriores
se conjuren para destruirla.
En las contiendas de los hombres, nosotros
podremos convertirnos en pacificadores, si el autor de la paz está con
nosotros.
La auténtica paz se halla en el camino de la
verdad. Y si con el pretexto de extenderla abandonamos la fe o nos apartamos
del camino de la justicia, caeremos en un gravísimo error. Ser primeramente
puros y después pacíficos, tal es el orden de la sabiduría y de la verdad. Mantengámonos
en la senda trazada por Pablo, y el Dios de paz estará con nosotros, como lo
estuvo con el apóstol. Gracias Señor Jesucristo. Amen…
Lecturas bíblicas:
Para su comodidad
le dejo el link:
Video de paz en la tormenta
Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Barranquilla.
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