Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida
Noviembre 30
Venciendo la Angustia
III Parte
Lectura bíblica: Filipense 4: 4-20
Filipense 4: 6 Por nada estéis afanosos (angustiado); antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
A continuación seguimos el tema anterior sobre la angustia y el afán,
Ahora nos resta concluir con NT y ver las que son ansiedades justas y las que no lo son. Primero, echemos una ojeada a la ansiedad errónea.
(1) Son siempre erróneas y desatinadas la ansiedad y la preocupación que provienen de enredarse demasiado en los negocios del mundo lo temporal (Mt. 13:22; cf. Mr. 4:19 y Lc. 8:14; 21:34). Cuando un hombre se ocupa tanto en los negocios del tiempo, que no puede prestar atención a los asuntos de la eternidad, está en una situación peligrosa. Cuando se preocupa y se cuida en extremo de las cosas terrenales, cuando se concentra tanto en ellas que las celestiales se le amontonan, está corriendo un gran riesgo. Un hombre puede estar tanto con los hombres, que no disponga de tiempo para estar con Dios. Puede tener tanto que decir a los hombres, que no le quede un instante para orar a Papá Dios. Nótese esto: el compromiso de ese hombre en el mundo puede ser con algo que, en sí, no sea malo, pero, a menudo, "lo bueno puede ser el peor enemigo de lo óptimo".
(2) La preocupación por el futuro siempre es desatinada, porque es ciega; falla en ver la magnificencia de Dios para con el mundo; si Papá Dios cuida de los pájaros y las flores, seguro que cuidará de los hombres (Mt. 6:25, 26, 28-30).
Es desatinada porque es inútil La preocupación nunca pudo llevar nada a cabo (Mt. 6:27). Es errónea porque es incrédula (Mt. 6:32). Un gentil puede preocuparse, pero no un cristiano. Es desatinada porque lo único que consigue es incapacitar al hombre para salir al paso de los problemas que se le avecinan (Mt. 6:34). La preocupación no hace al hombre más capaz para hacer frente a una situación, sino más débil.
(3) La preocupación es desatinada cuando significa derrochar energías por algo no esencial. En este sentido, Marta se equivocaba (Lc. 10:41). No era una suculenta comida lo que Jesús quería, sino la paz ante la Cruz.
(4) Es un desatino preocuparse sobre cómo hacer frente a la oposición y a las pruebas que vengan al cristiano (Lc. 12:11). Con la necesidad, vendrá el poder. Papá Dios no abandona a sus hijos.
(5) Preocuparse sobre cómo agradar a la gente es un desatino (1 Co. 7:32-34). No es a los hombres a quien debemos procurar agradar, sino a Papá Dios. Y si un hombre teme a Dios lo suficiente, nunca temerá al rostro de otro hombre.
Lecturas bíblicas: Filipenses 4: 4-20
Para su comodidad le dejo el link: un click.
Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia – Medellín - Antioquia
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