Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida
Abril 29
EL CIELO DIFERIDO Y GARANTIZADO
Lecturas bíblicas: Juan 13: 20-38.
Canción de Meditación: Cara a cara
Juan 13:36 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después.
Observemos en este pasaje tres magníficas lecciones.
En primer lugar, el cielo deseado. Cuántas veces, cuando las cargas de la vida parecen insoportables, o la muerte implacable se ha llevado a alguno de nuestros seres más queridos, nuestros labios se abren como Pedro para expresar el deseo de ser desatado y estar con el Señor, lo cual es mucho mejor, y decimos: « ¿Por qué no ahora?».
El cielo diferido. El énfasis del Maestro radica aquí, en la palabra «no puedes». Es, en efecto, así; y el impedimento no consiste en algún edicto arbitrario del poder divino, sino en el infinito conocimiento y sabiduría suya, la cual no puede errar. Pedro no era apto para el cielo en aquellos momentos. Había lecciones de grande importancia que tenía que recibir en el futuro.
Tenía que aprender a conocerse a sí mismo y a Cristo, y a la gracia del Padre en su corazón, transformándole en un nuevo hombre Pedro.
Cuando orgullosamente se vanaglorió que pondría su vida por Jesús, daba con ello la mejor evidencia de que no se conocía a sí mismo. Tenía que cambiar su apasionada y almáticas decisiones por la sobriedad y dirección del Espíritu Santo, desde que éste vino de un modo especial en el día de Pentecostés Pedro comenzó a ser otro. Tenía que aprender a confiar en el poder del Salvador, que vivía en su corazón. Tenía que ser ceñido por otro y llevado donde no quisiera, es decir rendir su libre albedrío al Señor; solamente entonces habría llegado el tiempo a propósito para «dejar su cuerpo».
El cielo garantizado. Pero «me seguirás después». No había ninguna duda, ya que Jesucristo lo decía y no cualquier hombre. Esta garantía no esta sostenida en lo que nosotros podemos hacer o dejemos de hacer, sino en lo que nuestro Señor efectuaría en el calvario por nosotros. Cuántas veces, en tiempos futuros de apuro y de aflicción, estas palabras del Maestro lo serían como una fortaleza a nuestro corazón. No importa, padecer o estar cansado por un momento en esta tierra, hay bienaventuranza para nosotros sus hijos, puesto que al final indudablemente sigue la promesa «me seguirás después»;
Que esto aliente nuestra esperanza y nuestra sumisión a la voluntad del Padre, mientras culmina el tiempo de nuestra partida a casa.
Lecturas bíblicas: Juan 13: 20-38.
Para su comodidad el link: un clic
http://www.biblegateway.com/passage/?search=Juan%2013:%2020-38;&version=59;
El link del video, Cara a cara - Marcos Vidal.
http://es.youtube.com/watch?v=jFuOaePg8zs&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=yHPGIgqKrB0
Bendiciones en este día
Gracia y Paz
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Bogotá D.C.
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