Sembradores de Fe y Vida

viernes, 6 de marzo de 2009

El ESTÁ PREPARADO PARA LLEVAR TU CARGA, Marzo 7


Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida

Marzo 7
El ESTÁ PREPARADO PARA LLEVAR TU CARGA
Lecturas bíblicas: Salmo 55 - 1ª Pedro 5:7
Canción de Adoración: Dale tus cargas


Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido. Salmos 55:22



Introducción al texto:
Este Salmo de lamento, es hecho por David en medio de una situación precaria. Muchos amenazaban su vida, Aterrorizado a causa de los enemigos, y entristecido por la traición de un amigo, el salmista ofrece una oración ardiente por el alivio.


En toda tribulación clamemos al Señor, y Él nos salvará. Él nos oirá, y no nos culpará por ir a Él con demasiada frecuencia; mientras más frecuencia, más bienvenido. David había pensado que todos estaban contra él pero ahora ve que había muchos con él, más de lo que había supuesto; y la gloria de esto se la da a Dios pues Él es quien nos levanta amigos y los hace fieles a nosotros. Hay más cristianos verdaderos y los creyentes tienen más amigos reales de lo que suponen en sus horas sombrías. Sus enemigos serán tratados y derribados; ellos no podían liberarse de sus miedos como pudo David, por fe en Papá Dios.

TODAVÍA ESTÁS CARGANDO LA MUJER

Un día dos monjes iban caminando por el campo. Iban camino a otro pueblo para ayudar a traer la cosecha. Mientras caminaban, espiaron a una mujer que estaba sentada en la orilla del río. Ella estaba enojada porque no había un puente, y ella no podía cruzar al otro lado. El primer monje ofreció amablemente, "Si quieres te podemos cargar hasta el otro lado del río" "Gracias" contestó ella, aceptando su ayuda. Así que los dos hombres juntaron sus manos, la levantaron entre los dos y la cargaron hasta el otro lado del río.


Cuando llegaron al otro lado, la bajaron y ella siguió su camino. Después de que los monjes caminaron otro tramo, el segundo monje empezó a quejarse. "Mira mi ropa," dijo, "Está toda sucia por haber cruzado a esa mujer por el río. Y mi espalda todavía me duele por haberla cargado. Siento que se me esta acalambrando."El primer monje simplemente sonrió y asintió con su cabeza. Un poco más adelante, el segundo monje se quejó otra vez, "Mi espalda me duele tanto, y todo es porque tuvimos que cargar a esa loca mujer para cruzar el río! No puedo seguir adelante por el dolor."El primer monje miró a su compañero, que ya estaba tirado en el suelo quejándose y le dijo "¿Te has preguntado porqué yo no me estoy quejando?" "Tu espalda te duele porque todavía estás cargando a la mujer.


Pero yo ya la bajé varios metros atrás."Así es como somos muchos de nosotros cuando tratamos con otros. Somos como el segundo monje que no lo puede dejar ir. Queremos hacerles saber el dolor que todavía sentimos por algo que ellos hicieron en el pasado. Cada vez que podemos se los tratamos de recordar. – Dr. Anthony T. Evans, "Guiando A Tu Familia En Un Mundo Mal Aconsejado".



Lecturas bíblicas: Salmo 55, 1Pedro 5.




Bendiciones en este día

Gracia y VidaRev. Nelson Castellanos T.

Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.

Colombia - Bogotá D.C

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