Sembradores de Fe y Vida

viernes, 31 de octubre de 2008

No veo nada de malo al clavo, Octubre 31


Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida 

Octubre 31

No veo nada de malo al clavo

Lectura bíblica: Efesios 4: 17-32.

Efesios 4:26  AIRAOS, PERO NO PEQUEIS; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27  ni deis lugar, oportunidad al diablo.

 

Cuenta la parábola de vida que un hombre anunció en el diario local la venta de su casa. Era una casa amplia, hermosa, bien situada y a un precio favorable. Varias personas llegaron a verla. Una de tantas se decidió a comprarla. Entonces el dueño le dijo: "Se la vendo, pero con una sola condición: que me permita clavar en la pared de uno de los cuartos un clavo." Al interesado comprador le pareció extraña, simple e inofensiva dicha condición. "¿Qué vale dejarle clavar un clavo?", se dijo para sí. Además, el precio era tan bajo y la casa tan buena, que no quiso dejar pasar la oportunidad. El trato se cerró, y el nuevo dueño, con su familia, entró a disfrutar de su nueva casa.

Pasaron varios días, y uno de tantos, el antiguo dueño se presentó. "Vengo a ver mi clavo", dijo, y entró hasta el cuarto. Después de unos momentos salió y se fue. Al transcurrir varias semanas, volvió. Tocó a la puerta, le abrieron, y al entrar dijo: "Voy a colgar mi sombrero en mi clavo." Y así lo hizo. Repitió sus llegadas, muchos días y a diferentes horas, siempre con el pretexto de que iba a ver su clavo y coger su sombrero. Las cosas llegaron al punto de fastidiar e incomodar a los dueños de la casa. Cuando éstos le protestaron enojados, el hombre les dijo que ellos habían aceptado la condición impuesta por él, y que él no hacía más que llegar a ver lo que le pertenecía. La situación se volvió tan insoportable, que el nuevo dueño decidió vender la casa.

Esto es precisamente lo que hace el diablo con nosotros. La casa es nuestro cuerpo, nuestra vida. Pero el diablo nos engaña; se nos presenta como un ser inofensivo; sus palabras nos suenan agradables, y nosotros, ingenuamente, le permitimos la entrada y decimos no le veo nada de malo a esto o aquello, representando el clavo. Cuando nos damos cuenta del error, ya es muy tarde; él domina nuestra vida. El remedio para esto es no entrar en ninguna clase de arreglo con Satanás. Creemos que somos fuertes, pero él es más fuerte y más astuto que nosotros. El consejo del apóstol San Pablo es muy oportuno. Dice él: "Ni deis lugar al diablo" El diablo finge hacernos bien, pero en realidad nos hace mal. 

Estemos pegados a nuestro Hermano Mayor ya que él lo derroto en la cruz del calvario, por medio de Jesús nuestro Señor recibimos el discernimiento para ver lo que nos conviene y el poder para detener sus obras y echarlas fuera. 

Amados lectores que en este día el Señor les dé el discernimiento de ver, que clavo hay en las área de su vidas, porque el enemigo quiere ganar ventaja sobre ustedes, haciéndolos reaccionar muchas veces, con la mentira, el enojo, la irritabilidad, el desanimo, la duda,  el rencor, la falta de perdón,  resentimiento, bajo estima y….Otras cosas. Recuerda en Jesús somos victoriosos.     

Lecturas bíblicas: Efesios 4: 17-32

Para su comodidad le dejo el link: un click.

http://www.biblegateway.com/passage/?search=Efesios%204:%2017-32;&version=59;

 

Bendiciones en este día

Gracia y Vida

Rev. Nelson Castellanos T.

Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.

Colombia - Bogotá D.C.

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