Sembradores de Fe y Vida

sábado, 1 de septiembre de 2012

¡Y vendrán sobre ti!


Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida

Septiembre 1

¡Y vendrán sobre ti!

Lecturas bíblicas: Deuteronomio. 28: 1-15. Mateo 10: 11-28.
                                                                                                                      

Deuteronomio 28:2  Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones,  y te alcanzarán,  si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3  Bendito serás tú en la ciudad. Y bendito serás en el campo.


Las promesas dadas a Israel es que serían dominantes sobre todos los pueblos si sus miembros son fieles a los mandatos de Jehová. La prosperidad será general: en las ciudades y en los campos, los rebaños se multiplicarán y, sobre todo, la descendencia del pueblo será numerosa. La fertilidad del campo y la fecundidad de los ganados se deben a la bendición de Yahvé y no a la de los baales cananeos. Yahvé dará también la victoria sobre el enemigo. Esta promesa es neta a Israel, pero hoy en el nuevo pacto, por el Señor Jesucristo, somos herederos de tal promesa, solo por Gracia.

La ciudad está llena de preocupaciones y quien debe vivir en ella cada día sabe que es un lugar donde se tro­pieza con grandes fatigas. Toda ella es ruido, movimiento, agitación incesante y trabajo penoso. Muchas son sus ten­taciones, pérdidas y molestias de todo género. Mas si en­tramos en ella con la bendición divina, todas estas difi­cultades perderán su carácter agresivo. Y si allí permane­cemos con esta bendición, hallaremos gozo en el cumplí miento de nuestros deberes y fuerza proporcionada con sus exigencias.

La bendición en la ciudad tal vez nos haga o no nos haga grandes, pero lo más importante es, creer sin basilar y sin titubeo, que el Señor, nos librará del mal; tal vez nos enriquezca o solo vivamos modestamente en la ciudad, pero la cláusula de la bendición material es sí nos esforzamos en estar pegado a él escuchando su Voz, guardándonos para él, fieles a sus ordenanzas. Ora seamos porteros o escribien­tes; ora directores, hombres de negocios, magistrados, la ciudad nos proporcionará oportunidades para ser útiles.

Fácil cosa es pescar donde abunda la pesca, y se puede trabajar con éxito para el Señor en medio de las multitu­des. Tal vez prefiramos la apacible quietud de una vida campestre; mas si somos llamados a vivir en la ciudad, ciertamente podemos preferirla, ya que allí encontrare­mos un campo más propicio para desarrollar nuestras ac­tividades.
Esperemos grandes cosas de esta promesa; y tenga­mos muy abiertos nuestros oídos para escuchar la voz del Señor.


Lecturas bíblicas: Deuteronomio. 28: 1-15. Mateo 10: 11-28.
Para su comodidad le dejo el link: un click.


Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Barranquilla.

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